lunes, 20 de febrero de 2012

Dos mundos diferentes


Dos mundos diferentes éramos nosotros, de un lado la vagancia, alcoholismo y drogadicción de mi padre, mientras que la inteligencia, nobleza y cultura de Ximena, hacían notar las diferencias.
A altas horas de la madrugada mi padre se hizo presente sin que yo lo sintiera. Él estaba detrás de mi: tímido, ausente, sorprendido y tembloroso se dejaba ver, sin palabra alguna dio la vuelta y se dirigió a su recamara.
No pude entablar conversación alguna. Algo oculto había en esto.
La música se hacia mi única consolación, la lectura despejaba mi mente de aquellas dudas, me sentía solo y desolado. La vida me da sorpresas, sorpresas me da la vida.
A pesar de las burlas y agresiones sufridas la vida entera, jamás me habían impactado, ser huérfano de madre era el motivo.
¿Por qué te has ido?, la tristeza me agobiaba poco a poco, las horas trascurrían y el sueño no se hacia presente en mi.
Al amanecer una nueva vecina se mudaba, las mudanzas descargaban a prisa infinidad de objetos, el ruido era notable a cada paso prolongado de los trabajadores. No me incomodaba, mi pensamiento lo tenia atrapado otra situación.
Era impresionante lo que mis ojos percataban, 3 personas entre ellos incluyendo aquella figura de semanas atrás eran mis vecinos.
La alegría e ilusión llegaban por un momento a mi vida, alucinaba el correr hacia sus brazos como si nuestra relación fuera de años. Regresando a la realidad solo como de costumbre pude admirar su silueta por un breve rato, hasta que desapareció bajo la sombra de su casa.
Horas enteras solía espiar la fachada de su casa tratando de verla por un momento, pasaron días sin rastro alguno.
Así pasaron los días hasta que casi finalizada la semana, su presencia se hizo notoria frente a la fachada de su casa. Trataba de hacerme notar sin respuesta y gesto alguno, me sentía cobarde y me menospreciaba a cada momento por no poder hablarle.

No hay comentarios:

Publicar un comentario